martes, 30 de abril de 2013

1 comentario:

Julián dijo...

A los 14 años, cuando escuchaba Preludio Obsesivo, me parecía que ser guitarrista de rock era la cosa más cool del mundo.
Me hacía volar, literalmente.
Siempre sentí algo especial con Walter Giardino. Siempre me pareció uno de esos tipos que tenían el don de la melodía (y del riff), como Slash (en otro estilo).
Este tema siempre me pareció y me sigue pareciendo una de las más grandes obras de rock jamás creadas.